– Fran, es que no sé si realmente es solo pereza y que no me apetece o es cansancio de verdad – preguntó con preocupación Menganite.
– Me da igual – respondió Fran con aspereza.

Fuera bromas (¿o quizá no sea tan broma?), este es un tema bastante recurrente en mis asesorías de entrenamiento. Bueno, y entre mis colegas y conocides y… en fin, es un tema recurrente.
Y vengo, como suele ser costumbre, a hablarte aquí de absurdeces y obviedades que se nos suelen pasar por alto (y a mí el primero al que le ha pasado, le pasa y le pasará, como siempre).
Lo cierto es que, para la mayoría de la gente, da absolutamente igual si es una cosa u otra, porque la “solución” es la misma.
Si, el título era medio mentirijilla.
Póntelo fácil
Sip, así es, Fran Mesa una vez más no diciendo lo típico de “oblígate, échale ganas, nosequé de la disciplina, AU AU AU!”.
A estas alturas de la vida espero que no te esperases otra cosa, claro.
Póntelo fácil.
Esto puede implicar entrenar o no, eso va a depender de las posibilidades reales que tengas de hacerlo.
¿Puedes entrenar?
Adelante, rebaja el volumen o la intensidad del entrenamiento, haz ejercicios que te molen más o cualquier otra cosa que te lo facilite y prueba a ver qué tal te sienta.
Si realmente es cansancio seguramente (salvo problemas específicos) lo vas a notar rápidamente.
Si, por el contrario, es “pereza*” notarás que te vas animando fácilmente conforme entrenes (o no, pero de ese caso te hablo más abajo).
Y si no puedes entrenar o no lo tienes claro, no entrenes.
Así de fácil.
Descansa.
Pero descansa de verdad, eh, que no te va a pasar nada porque no entrenes un día que lo tenías planificado, en serio.

No queremos acumular tooodos los entrenamientos posibles YA.
Recuerda que queremos hacerlo sostenible en el tiempo y eso implica que de vez en cuando no vas a entrenar y no pasa nada.
No vas a perder adaptaciones, no vas a desentrenarte.
Vas a descansar y a recuperarte mejor y poder llegar al siguiente entrenamiento con más ganas.
No quieres meterte un atracón de entrenamientos y dejarlo después de dos meses.
Lo que quieres es estar entrenando de forma crónica lo mínimo necesario para poder disfrutar de la vida todo lo que puedas.
“Ay pero es que al final siempre tengo una excusa”.
Ah, entonces ya hablamos de otra cosa.
Que te saltes un entrenamiento de forma puntual no tiene mayor repercusión.
Que te los saltes de forma sistemática sí.
Pero ojo, que la solución no es forzarte a hacerlos por narices, que eso ya sabemos como acaba, ¿no?
La solución debe pasar por ver por qué te estás saltando los entrenos, por qué no te apetecen.
Una vez averiguado podemos poner en marcha algún cambio de plan para que te apetezcan más.
Quizás hay que cambiar algún ejercicio que se te atasca, o cambiar el foco de lo importante y especificar en qué te vas a fijar a partir de ahora.
Quizás hay que cambiar por completo el plan.
O cambiar de gimnasio porque el sitio no te mola.
O cambiar de deporte.
O hacer alguna actividad en grupo.
Las soluciones dependerán mucho de la razón del problema y de las posibilidades que tengas.
Y si no hay una solución sencilla o factible, pues oye, quizás sea momento de priorizar otras cosas antes que el entrenamiento.
Quizás sea el momento de empezar a construir otras cosas (una red de apoyo, un sindicato, unos cócteles molotov pal gilipollas de tu jefe, no sé).
En fin, espero que te haya molado esto y sobre todo que te sirva para hacer del ejercicio algo más disfrutón.
Te leo en comentarios, en RRSS o en mi correo <3
*En realidad, yo soy firme partidario de que la pereza no existe. Lo que existe es gente abrumada de tantas putas cosas que tenemos que hacer en este sistema turbocapitalista y que en realidad no tiene tiempo, energía o posibilidades reales de adherirse a un programa de entrenamiento.
Por cierto, aquí puedes suscribirte para que te pueda avisar de cuando subo cosas nuevas. No soy para nada pesado y prometo no escribirte más de un correo cada 1 o 2 semanas. Aunque seguramente haya épocas donde no llegue ni a 1 correo al mes, que me conozco y esto es slow content: cuando puedo y me apetece.
Y recuerda que si necesitas que te eche un cable me puedes contactar aquí y tenemos una sesión informativa gratuita para ver qué podemos hacer.